En Clínica Figursan queremos hablaros sobre los beneficios de una bebida fermentada totalmente natural y cuyos beneficios son múltiples para cualquier persona que siga una dieta natural y saludable.
El kéfir es una deliciosa bebida fermentada originaria de los países del Cáucaso.
De aspecto similar al yogur, el kéfir es excelente para tratar diversos problemas digestivos, mejorar la salud de los huesos y combatir infecciones bacterianas de forma totalmente natural.
Además, es una opción estupenda para las personas intolerantes a la lactosa.
Elaboración
Los granos de kéfir, formados por cultivos de levadura y bacterias lácticas, son unos granos de color blanco con aspecto similar al de la coliflor.
Al añadir los granos de kéfir a la leche de vaca o de cabra, los microorganismos actúan fermentando los azúcares de la leche dando lugar a la bebida de kéfir.
El tiempo estimado de fermentación es de 24 horas.
Una vez finalizado el proceso, es posible retirar los granos de kéfir para usarlos de nuevo y obtener más kéfir.
Se denomina kéfir tanto a los gránulos con los que se fermenta la leche como al producto resultante. Se cree que es la responsable de la gran longevidad entre sus gentes, por lo que se considera un elixir de larga vida.
Propiedades del kéfir
El kéfir de leche es rico, además de en bacterias beneficiosas, en calcio, proteínas y vitamina B12, con la ventaja de que en esta bebida, se reduce el contenido en lactosa, transformándola en ácido láctico y evitando así intolerancias.
Por otra parte, los gránulos de kéfir contienen unos 400 millones de microorganismos por gramo, de los que más o menos la mitad son bacterias de tipo Lactobacillus.