En nuestro día a día cada vez dedicamos menos tiempo a la preparación de la comida. Y no sólo eso, sino que debido al frenético ritmo de vida que protagoniza la vida en la mayoría de las casas es difícil encontrar un momento para sentarse a la mesa y disfrutar en compañía de la familia. De esta necesidad surgió la comida rápida, con una gran variedad de acepciones, las más comunes: fast food o junk food (comida basura).
Las principales características son que se puede comer de pie, te lo sirven en la calle rápido y su efecto es muy saciante. Es decir, se trata de la alternativa fácil para pasar todo el día trabajando y no tener que preocuparse por la comida. Al mismo tiempo es el mayor error en cuanto a alimentación y todavía es más grave si se convierte en un hábito porque puede llegar a resultar muy peligroso y nocivo para la salud. Son muchos los problemas de salud que surgen por culpa de la comida basura: sobrepeso, diabetes, adicción...
En las principales ciudades europeas, los locales de comida rápida abarrotan las calles más turísticas reclamando la atención de los visitantes: perritos calientes, hamburguesas, pizzas, bocadillos... una provocación para el paladar que es mejor esquivar, no sólo por su alto contenido graso sino también por bienestar y salud. Si el verbo que mejor define a la fast food es saciar sin ninguna duda la comida sana está acompañada por la palabra satisfacción.
Llevar una dieta equilibrada requiere fuerza de voluntad pero también saber disfrutar de los alimentos adecuados que te permitirán tener más fuerza, encontrarte mejor, más sano y realizar a pleno rendimiento cualquier actividad de tu día a día. Este es el consejo que te damos desde Figursan.
Además ahora se está imponiendo la moda de la healthy food, el deporte, la dieta equilibrada y los productos bajos en calorías. Comer rápido y sano es compatible, te podemos aconsejar de forma personalizada en Figursan, contacta con nosotros.
Saca de tu dieta los productos con mucho azúcar, grasas saturadas, sal, alto contenido calórico, ingredientes no identificados o demasiados aditivos y cuídate con platos que no pierden el sabor aunque reduzcan las calorías. Una ensalada, pechugas de pollo o filetes de pescado a la plancha, verduras asadas.... tampoco requieren mucho tiempo entre fogones y para picar puedes tomar piezas de fruta o batidos y aprovechar también en cada plato los alimentos de temporada.
Algunas recetas de comida rápida pueden guardarse y aprovecharlas varias jornadas, son económicas y sobre todo te llenarán de energía en tu día a día. Hay múltiples posibilidades de comidas rápidas y sanas. Puedes preparar un salteado de verduras, cremas, tortilla francesa con vegetales, pinchos fríos de fruta... y lo mejor de todo es que además se están poniendo de moda los restaurantes de comida saludable y rápida. Así que cada vez tienes más opciones.
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