Hoy en día vivimos en una sociedad en la que los porcentajes de obesidad infantil son cada vez mayores. Además, se practica menos ejercicio físico y la alimentación no es del todo correcta.
En Clínica Figursan creemos que uno de los principales problemas es la falta de información sobre alimentación, nutrición y deporte que existe en las escuelas e incluso en muchos hogares, además de la existencia de publicidad engañosa en la televisión o en Internet que podemos encontrar a diario.
La educación alimentaria y nutricional juega un papel fundamental en nuestra sociedad; es la encargada de cambiar los malos hábitos de vida de la población en un estilo de vida saludable, y en Clínica Figursan queremos participar en la difusión de los hábitos correctos para la buena alimentación desde la infancia.
Para intentar disminuir este ascenso de la obesidad en la población, gran parte de los objetivos deberán centrarse en los niños. Ellos son la nueva generación encargada de adquirir esos hábitos saludables e intentar mantenerlos para que su salud no se vea resentida de manera precoz.
Muchos niños no saben las diferencias entre un alimento saludable y uno que no lo es, por eso, cuando a los niños se les enseña la diferencia entre los alimentos nutritivos y la comida chatarra, son más propensos a tomar decisiones saludables a medida que crecen.
La comida rápida, de la cual en muchas ocasiones se abusa para dar de comer a los niños de una manera rápida, contribuye al aumento de peso y un alto consumo de grasas saturadas, calorías y sal. Enseñar a los niños acerca de la comida rápida y sus peligros puede motivarlos a hacer elecciones más saludables al comer.
Los niños que comen alimentos saludables de forma regular también son más propensos a participar en las actividades físicas diarias.
Muchos de los planes de estudios de nutrición se centran en la importancia de comer cinco porciones de frutas y verduras cada día. Cuando los niños de primaria están expuestos a las clases y actividades se centran en comer frutas y verduras, la ingesta de estos alimentos nutritivos aumenta significativamente.
Por ello, es muy importante que los adultos, tanto en las escuelas como en los hogares, continúen realizando una labor formativa en cada comida, para intentar que nuestra sociedad evolucione hacia unos hábitos más saludables.